La patella es el hueso sesamoideo mayor del cuerpo. Entre las variantes destacamos:
Rótula bipartita o multipartita (figuras 2a y 2b): se describen como uno o más centros de osificación accesorios cerca de la patella. La bipartita es 9 veces más frecuentes en los varones que en las mujeres y más frecuente que la multipartita. Aunque a menudo es un hallazgo incidental pueden ser sintomáticas y causar dolor anterior de rodilla. En los pacientes sintomáticos la RM puede mostrar edema en ambos fragmentos y a lo largo de la sincrondrosis. En el diagnóstico diferencial se incluyen las fracturas. Existen 3 tipos:
a) Tipo I: fragmento localizado en el polo inferior patelar.
b) Tipo II: en el margen lateral.
c) Tipo III (la más común): en el polo superolateral.
Extensión caudal patelar (figura 2c): sin significado patológico.
Patella alta y baja: hace referencia a la relación entre la longitud de la patella y la del tendón rotuliano. Para saber si es alta o baja se usa el llamado índice de Insall y Salvati (ratio entre longitud del tendón patelar -LT- y la rótula -LR-). Si LT/LR < 0.8 es patella baja y si es >1.2 es alta. La alta se asocia con condromalacia, aumento del riesgo de subluxación, tendinosis patelar y cuadricipital y enfermedad de Osgood-Schlatter.
Defecto dorsal patelar (figura 2d): lesión aparentemente "lítica" bien definida localizada en el aspecto supero-lateral de la patella. En la Rx tiene un contorno redondeado y borde esclerótico, con un tamaño que oscila entre 4-26 mm. Su etiología es incierta aunque se ha postulado que pueda ser debido a fuerzas de estrés anormales aplicadas por el músculo vasto lateral (que se inserta en el aspecto superolateral rotuliano). En RM aparece como un defecto cortical en el margen superolateral patelar que es compensado con un sobrecrecimiento del cartílago articular. La mayoría de los casos son asintomáticos y esta variante debe distinguirse de la osteocondritis disecante patelar.
Fabela (figura 2e): es un hueso sesamoideo situado en la parte posterolateral de la rodilla, en el margen lateral del músculo gastrocnemio. A menudo es bilateral y raramente da síntomas. La patología que puede asentar en ella incluye fractura, dislocación, erosiones y condromalacia. No debe ser confundido con cuerpo libre.
Pseudo-osteocondritis femoral (figuras 2f y 2g): la irregularidad en la osificación de los cóndilos femorales se debe diferenciar de la osteocondritis disecante. Nos ayuda en su diagnóstico el cartílago articular intacto adyacente y la ausencia de edema óseo.
Irregularidad o defecto avulsivo cortical, también llamado desmoide cortical o irregularidad metafisaria femoral distal (figura 2h): aparece en niños y adolescentes. En RM presenta hiposeñal en T1 e hiperseñal en T2 con una interfase de baja señal con el fémur subyacente representando esclerosis periférica y tras la administración de contraste paramagnético puede haber realce. Se localiza en el margen posterior distal-medial del fémur. Es una lesión benigna y autolimitada que ocasionalmente puede tener características radiológicas agresivas. Su prevalencia es mayor en los niños que en las niñas. Se considera el resultado de la tracción repetitiva de la cabeza medial del gemelo o la aponeurosis del adductor magnus en sus lugares de inserción. Generalmente es asintomática y bilateral en un tercio de los casos. La lesión cura hasta la madurez esquelética y es rara en adultos.
Exsten 3 tipos en función de su forma: cóncava, convexa y divergente, siendo la primera la más frecuente. La divergente y la cóncava se asemejan a un defecto fibroso cortical o fibroma no osificante. Sin embargo, el desmoide cortical permanece en su localización original a pesar del crecimiento óseo y el defecto fibroso cortical se desplaza proximalmente.
Inserción prominente del gemelo interno en el margen posterior de la metáfisis femoral distal (figura 2h).
Alteración de la morfología habitual de la cabeza del peroné por tracción secundaria a la inserción del músculo sóleo (figura 2i): no debe ser diagnosticado como osteocondroma.
Pseudoquiste en la cabeza del peroné (figura 2k): falsa imagen debido a la disposición de las trabéculas óseas.
Osículo meniscal (figura 2l): suele localizarse en el cuerno posterior del menisco interno y se moviliza con la rotación de la rodilla. Es más frecuente en hombres jóvenes y puede causar o estar asociado con una rotura meniscal postraumática. Clínicamente pueden producir dolor de rodilla o sensación de bloqueo similar a un menisco roto (especialmente cuando hay flap meniscal), también hinchazón y derrame articular. Los síntomas se ocasionan porque el osículo altera el contorno meniscal aumentando el riesgo de degeneración y rotura.
En RM presenta señal ósea con médula grasa y estructura trabecular característica de hueso esponjoso, distinguiéndose así de la calcificación meniscal.
El osículo puede representar una estructura vestigial o ser secundaria a trauma meniscal y osificación heterotópica posterior.
Los cuerpos libres osteocondrales y la osteocondritis disecante se deben diferenciar de estos osículos detectando el defecto en el cartílago articular y así poder evitar una cirugía innecesaria.